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4 cosas que hemos aprendido tras casi 8 meses trabajando desde casa

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En marzo de 2020, durante el inicio de la pandemia mundial de COVID-19, los empleados de casi todos los sectores se encontraron de repente trabajando a distancia indefinidamente. El teletrabajo se veía desde hacía tiempo como el futuro del trabajo, pero pocos podían predecir que este "mundo feliz" llegaría tan pronto como lo hizo.

En conjunto, hemos aprendido muchas cosas en los últimos ocho meses, pero una de las más importantes es, con diferencia, la idea de que trabajar desde casa es estupendo en muchos sentidos.

Aunque es absolutamente cierto que no a todo el mundo le gusta la idea de trabajar a distancia, a muchos sí, hasta el punto de que pocos están deseando que las cosas "vuelvan a la normalidad", cuando por fin llegue ese día. De hecho, de todas las lecciones que hemos aprendido durante la era remota de COVID-19, hay algunas en particular que merece la pena analizar más detenidamente.

Un espacio de trabajo dedicado es de vital importancia

Aunque trabajar desde casa te da mucha más libertad de la que tendrías en una oficina tradicional, una de las lecciones más importantes que hemos aprendido tras casi ocho meses trabajando desde casa es que necesitas ALGÚN tipo de espacio dedicado a ti durante el día.

No importa si conviertes una habitación entera de tu casa en una oficina en casa o un rincón específico de la mesa del comedor: crear tu propio espacio de trabajo te ayuda a mentalizarte del trabajo fundamental que realizas a diario. Si te levantas por la mañana y trabajas desde cualquier lugar de tu casa, te resultará difícil prepararte mentalmente para el día que tienes por delante. Es probable que procrastines más de lo que te gustaría, y también serás mucho más propenso a las distracciones.

Con un espacio de trabajo dedicado, puedes hacer ese cambio mental por la mañana cuando pasas del tiempo personal al "tiempo de trabajo". Además, esto será importante al final del día por la razón contraria: si tienes un espacio dedicado donde puedas levantarte físicamente y marcharte, te resultará más fácil volver a esa mentalidad personal. Será mucho menos probable que "te lleves el trabajo a casa", por así decirlo, aunque eso es literalmente lo que todos hacemos ahora.

La gestión de la información es una necesidad, ahora más que nunca

Otra gran lección que hemos aprendido durante la era del trabajo remoto tiene que ver con la importancia de una solución clave como las herramientas de comunicación y colaboración. Sin embargo, la principal herramienta para facilitar el trabajo remoto es un sistema inteligente de gestión de la información, que debería estar en el corazón de cualquier organización.

Los silos de datos son siempre un peligro para la empresa moderna, y punto. Si la información está atrapada y no puede circular libremente de un departamento a otro, las personas que la necesitan para tomar decisiones mejores y más informadas no disponen de ella, lo que crea un efecto dominó negativo en toda la empresa. El hecho de que todo el mundo esté tan disperso trabajando desde casa no hace más que agravar este problema, convirtiendo la comunicación y la colaboración en una ardua batalla en los mejores días.

En cambio, con una plataforma de gestión de la información como M-Files, muchos de estos temores desaparecen. No importa dónde se almacene algo -ya sea en una unidad de red, en la nube o en cualquier otro lugar-, la gente podrá encontrarlo con una búsqueda similar a la de Google y los resultados pertinentes. Ni siquiera importa dónde se encuentren esas personas, si están en casa o siguen acudiendo a la oficina. Tienen acceso a la información que necesitan, cuando la necesitan, de modo que pueden dedicar menos tiempo a buscarla y más a darle un buen uso.

La comunicación es y siempre será el rey

Hablando de comunicación, otra valiosa lección que nos ha enseñado el trabajo desde casa es que ahora más que nunca necesitamos permanecer conectados entre nosotros. La comunicación no solo es un ingrediente fundamental para la productividad de tu empresa, sino que también es una parte importante de la cultura organizativa que tanto te ha costado construir.

Para mantener el interés de la gente que trabaja desde casa, hay que dedicar tiempo a las videoconferencias. La comunicación intencionada es una necesidad absoluta, tanto para asegurarse de que la gente está al tanto de todo el trabajo importante que están haciendo, como para que puedan verse unos a otros y recordar que forman parte de un equipo mucho más grande de lo que a veces puede parecer en estas condiciones.

Liberarse de la rutina de 9 a 5

Por último, una lección que todos hemos aprendido durante la era COVID-19 es que el término "jornada laboral" ya no significa realmente lo que solía significar. Atrás han quedado los días en que el trabajo se limitaba exclusivamente a un horario de 9 a 5. Esta es probablemente una de las razones por las que trabajar desde casa no es para todo el mundo: además de echar de menos la interacción cara a cara que supone estar en una oficina, a mucha gente le cuesta lidiar con la falta de estructura que conlleva el trabajo a distancia.

Pero para muchas otras personas, esta libertad de los "horarios de oficina" tradicionales no podría haber llegado en mejor momento. Podemos ser realmente tan productivos como necesitemos cuando QUERAMOS, lo que nos brinda una nueva oportunidad de mantener con éxito ese preciado equilibrio entre trabajo y vida personal que demasiadas personas han perdido de vista a lo largo de los años.

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