Yohan Lobo, Industry Solutions Manager, Financial Services, M-Files, apareció recientemente en unite.ai para hablar sobre el poder de confiar en la automatización y la inteligencia artificial (IA) en las organizaciones de gestión de patrimonios.

Tradicionalmente, la creación de confianza entre los gestores de patrimonios y sus clientes se ha atribuido a una comunicación y un entendimiento eficaces entre ambas partes. Con el tiempo, los gestores de patrimonios se han visto cada vez más desbordados por carteras más grandes de clientes más exigentes. La consecuencia es que los clientes pueden sentirse desinformados debido a los prolongados tiempos de respuesta de sus gestores patrimoniales.

Las últimas soluciones de IA permiten ahora a los gestores de patrimonios erradicar el error humano y asegurar los procesos diarios integrales, incluida la automatización del trabajo de conocimiento, lo que mejora la experiencia del cliente y aumenta la confianza.

Más tiempo para las relaciones con los clientes

Los gestores de patrimonios no tienen tiempo suficiente durante la semana para fomentar las relaciones que mantienen con sus clientes. Con el tiempo, los gestores de patrimonios han visto cómo se ampliaban sus carteras, aumentaba su responsabilidad en materia de cumplimiento normativo y se les imponían otras tareas no generadoras de ingresos. A su vez, las agendas de los gestores de patrimonios se han congestionado.
Los gestores de patrimonios han tenido que recurrir a procedimientos manuales y lentos para gestionar los procesos de flujo de trabajo. La pérdida de tiempo y energía de los gestores patrimoniales para garantizar que el flujo de trabajo se gestiona y almacena correctamente ha obstaculizado, a su vez, su capacidad para mejorar las relaciones con los clientes y fomentar otras nuevas.
Gracias al poder de la automatización, los gestores de patrimonios pueden almacenar y acceder a la versión más actualizada de los datos de los clientes en tiempo real, sin preocuparse de si es la versión correcta, como siempre lo será.

Evitar el caos de contenidos

Para los gestores de patrimonios, el manejo de datos sensibles de los clientes es una responsabilidad cotidiana. Un movimiento en falso de los miembros del equipo al guardar o compartir un archivo incorrecto puede dar lugar a enormes violaciones de datos e implicaciones legales.
La automatización del trabajo del conocimiento, con el apoyo de la tecnología de metadatos e IA, garantiza que los gestores patrimoniales accedan siempre a los datos correctos. Al garantizar que sólo se almacena una versión, la correcta, los gestores patrimoniales evitan la creación de silos de datos en sus sistemas. La creación de silos de datos ralentiza el flujo de trabajo y los procesos empresariales, ya que es más difícil obtener datos precisos y también aumenta las posibilidades de compartir datos incorrectos tanto interna como externamente.

El sector de la gestión de patrimonios no puede permitirse el lujo de que se le considere poco exigente con el tratamiento de datos. Los grandes patrimonios no tardarán en encontrar nuevas oportunidades para invertir o almacenar su capital si consideran que los gestores de patrimonios no están a la altura de la tarea de gestionar sus activos y datos.

El factor de confianza de la IA

Dado que gran parte del éxito de un gestor de patrimonios depende de la confianza del cliente, ¿cómo puede la IA mejorar las relaciones entre ambas partes? Con la IA, la creación de confianza en la gestión de patrimonios nace de estos procesos automatizados de gestión del flujo de trabajo. Antes de estas herramientas, los gestores patrimoniales solían tener poco tiempo, lo que aumentaba la probabilidad de que el flujo de trabajo se gestionara mal a medida que las agendas se agotaban.

El poder de la automatización, que proporciona procesos fluidos y seguros, garantiza que los datos de los clientes se manejen de forma segura y oportuna. Desde el punto de vista del cliente, la confianza solo aumentará cuando los gestores patrimoniales hayan aprovechado estas herramientas para erradicar los errores humanos.

El dinero habla

La implantación de la IA en los procesos de flujo de trabajo tiene pocos inconvenientes si se tiene en cuenta que los riesgos que suelen conllevar los procesos se mitigan y que la automatización mejora rápidamente la entrega.

Para los gestores de patrimonios y sus clientes, de la revisión de la IA nace una relación más presente e interactiva, ya que sus horarios son cada vez más flexibles como resultado directo de la automatización.

Los gestores patrimoniales también deben estar al día de todas las herramientas financieras e instrumentos de inversión emergentes disponibles en el mercado. No son solo los procesos manuales los que les quitan tiempo: los gestores de patrimonios necesitan toda la ayuda posible de la automatización, ya que sus funciones siguen evolucionando.

Eliminar la amenaza del error humano y aliviar las presiones de tiempo ofrece mayores niveles de confianza durante el viaje del cliente. A largo plazo, la creciente adopción de la IA revolucionará los servicios de gestión de patrimonios en estos procesos cruciales. Esta mayor seguridad establecida en todos los productos y servicios de gestión de patrimonios hará que los clientes potenciales consideren el sector como un canal fiable para la gestión de inversiones.

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