M-Files destaca una estrategia clave de reducción de costes para las empresas de servicios financieros

Yohan Lobo, Industry Solutions Manager, M-Files, habla con Fintech Global sobre una estrategia de reducción de costes potencialmente crucial para las empresas de servicios financieros.

En un reciente artículo publicado en FintechGlobal, "M-Files destaca la estrategia clave de reducción de costes para las empresas de servicios financieros - FinTech Global " , Yohan Lobo, Director de Soluciones Industriales, Servicios Financieros, M-Files, explica cómo las empresas pueden diferenciarse de la amplia gama de competidores del sector financiero y reducir sus costes de servicio en el proceso.

M-Fileslíder en automatización del trabajo del conocimiento, que recientemente ha sido incluida en la prestigiosa lista AIFinTech100, ha sugerido que las organizaciones de servicios financieros pueden asegurarse una importante ventaja competitiva reduciendo sus costes de servicio.
En la actualidad, el 91% de las empresas de servicios financieros ya utilizan o se están planteando aplicar soluciones de inteligencia artificial (IA). M-Files cree que aprovechando las soluciones basadas en IA para una automatización eficaz, junto con la formación del personal sobre sus beneficios potenciales, las empresas pueden reducir drásticamente estos costes.

Lobo señaló: "A medida que han ido apareciendo nuevas vías de acceso al mercado, el sector de los servicios financieros se ha ido saturando cada vez más, lo que ha elevado el nivel de esfuerzo necesario para crear un auténtico punto de diferencia. A pesar de que el aumento de la competencia intensifica la presión sobre las empresas para que innoven, no existe un modelo uniforme para integrar con éxito la tecnología punta.

"El verdadero valor de la IA en los servicios financieros reside en la reducción del volumen de trabajo manual, que suele dar lugar a errores más frecuentes, procesos más lentos y costes laborales más elevados. Cualquier actividad en la que participe un proveedor de servicios financieros que no añada directamente valor a los clientes es una sangría de costes. No sólo puede acabar en desventajas de tesorería a corto plazo, sino que dedicar más tiempo a las necesidades de los clientes es la clave de la rentabilidad a largo plazo.

"Las tareas no relacionadas con el asesoramiento, el cumplimiento y la administración aumentan el coste del servicio y estos procesos deben automatizarse siempre que sea posible. Por ejemplo, pueden introducirse sistemas que clasifiquen automáticamente los documentos y apliquen controles de acceso granulares -sin necesidad de intervención humana- para aliviar la carga que supone el cumplimiento de la normativa", prosiguió Lobo.

La educación es fundamental en este aspecto, ya que permitirá a los altos cargos de la empresa sacar el máximo partido de la IA, tomando decisiones basadas en datos y sin caer en la trampa de intentar aplicarla en todas partes. En lugar de eso, hay que aprovecharla en las áreas en las que puede tener un mayor impacto.

Lobo explica: "Comprender la situación e identificar los problemas organizativos que la tecnología puede resolver es otra consideración importante para las organizaciones financieras. Aquí es donde entra en juego la educación: hay que mostrar a los altos ejecutivos lo que la IA puede y no puede hacer para que puedan asegurarse de que este recurso se asigna a las áreas en las que añade más valor. Del mismo modo, hay que educar a los empleados para que sepan que esta tecnología existe para apoyarles, no para sustituirles, y que su propósito es canalizar más horas hacia el trabajo de asesoramiento.

"En última instancia, los proveedores de servicios financieros tienen que ofrecer un rendimiento a sus clientes para demostrar su valor, lo que resulta más fácil si se dedica más tiempo a las actividades de cara al cliente. Esto no sólo fomenta la retención, sino que mejora la reputación y ayuda a atraer nuevos negocios. Por el contrario, las empresas ineficientes tendrán mayores costes operativos y ciclos de proceso más largos, lo que se traducirá en comisiones más elevadas y una mala experiencia del cliente."

"Unos mayores beneficios facilitan nuevas inversiones. Si las empresas tienen capital para reinvertir, pueden dedicar recursos adicionales a desarrollar soluciones tecnológicas eficaces, reforzando y ampliando la ventaja competitiva", señaló.

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